El titiritero de Lark's Hollow
Posted in Aurél Aristzid, Imaginaerum, Roles, Scorpius Malfoy
Camino por Lark's Hollow, la aldea semimágica de Dorchester hasta donde me han llevado mis pasos. Sigo mi camino hacia la casa del titiritero. Desde que visité a la señorita Von Dekem la pasada semana no he dejado de indagar sobre el circo Imaginaerum. Busqué hemerotecas en El Profeta sin resultado alguno y tras algunos días se me ocurrió consultar a mi madre dado que esta trabaja diseñando sombreros , sobre si conocía a algún mayorista de sombrerería que se hubiera dedicado a proporcionar diseños circenses. Mi madre me dio el nombre de un diseñador de ropa de disfraces, carnavales, fiestas y circos... Gracias a él me he enterado de que en el año 2008, el circo Imaginaerum había estado en Lark's Hollow, una aldea semimágica del condado de Dorset. Hace unas horas que he decidido aparecerme en la aldea y en esta he preguntado por dicho circo. Los aldeanos me han hablado de un titiritero que tiene un taller y una tienda de títeres y que formó parte del circo Imaginaerum. Llego a la puerta de su casa y tras tomar aire llamo.
Me encuentro sentado junto a mi chimenea, con una pipa fragante y humeante colgándome del labio, mientras ajusto los cordeles a una marioneta, cuando escucho que llaman a la puerta. Miro el reloj, frunciendo el ceño, pues ya es tarde y no espero visita. Mi esposa e hijos están ya acostados. Dejo la marioneta de madera sobre el sillón del que me levanto y me dirijo fuera de la vivienda, bajando la escalera. En el rellano, donde se encuentra la puerta que da a la tienda, abro la puerta y me encuentro con un joven alto y rubio al que no he visto en la vida. Me quito la pipa de la boca, y digo con voz grave y mi acusado acento húngaro
-Buenas noches
-Buenas noches...-Intento sonreír amablemente aunque estoy muy nervioso extiendo mi mano.-Soy Scorpius Malfoy.
Miro la mano del chico, dubitativo, antes de finalmente estrechársela con mi mano callosa y ruda, tras cambiar de mano la pipa de la que estoy fumando
-¿Puedo ayudarle en algo?
El tono serio con el que me habla el hombre hace que me ponga aún más nervioso.
-Eh... Si, si. Quería hablar con usted de Imaginaerum...-Trago saliva y observo su profunda mirada. Por el acento estoy seguro de que es del este.
Imaginaerum... El nombre me suena como un sueño soñado hace mucho tiempo, de esos que un día al despertar, casi has olvidado.Casi se me escapa una sonrisa, la sonrisa de aquellos siete años de época dorada, aventura y vida, en los que aún era joven y me creía el rey del mundo
- ¿Y qué quiere saber de Imaginaerum? -mi tono, aún así, sigue siendo grave
Trago saliva y sonrío nervioso a la vez que intento que la sonrisa sea amable.
-Quería saber todo lo que pueda usted contarme acerca de las hermanas Valdemar.
Mi grueso ceño casi se une sobre mi nariz
-¿Las hermanas qué? -exclamo-
Frunzo el ceño y me quedo pensativo durante unos segundos. Estoy seguro de que era Valdemar. Me aclaro la garganta.
-Las hermanas Valdemar.-Pronuncio algo más despacio por si no me entiende.
-No tengo ni idea de quienes son esas, fiú(1)... En ése circo casi nadie usaba su verdadero nombre. ¿Formaban parte de la tropa?
-¿Fiú?
Frunzo el ceño pero imediatamente después decido seguir con la conversación al pensar que tal vez sea una palabra en su lengua natal. Me rasco la nuca sintiendo como me arden las mejillas.
-Claro.-Asiento.-Eran adivinas.
-Vaya, vaya, las Adivinas, ¿no? -suelto una carcajada. Miro por encima de su hombro. En Lark's Hollow lleva nevando desde las nueve de la mañana y un blanco manto cubre la aldea-. Pasa, fiú -me hago a un lado-. Morirás congelado si te pasas ahí mucho tiempo, a mí se me escapará el calor, y la leña no es barata, precisamente
-Gracias...-Sonrío algo nervioso y entro en el interior de su casa. Intento no mirar a mi alrededor y me quedo parado esperando que me diga a donde debo ir.
Tras cerrar, abro la puerta de la tienda y le invito a entrar tras encender la luz. El acceso da directamente a un taller, que huele a madera, a pintura, y a leña. Por doquier hay marionetas, sentadas en estanterías, colgadas de la pared, o amontonadas en cajones. Señalo unas butacas cercanas a una estufa de gas, a la cual me acerco para encenderla, mientras sostengo la pipa en mis labios
-Siéntate... Si quieres.
-Claro...-Saco las manos de mis bolsillos para quitarme la cazadora ya que acaba de encender la estufa. Me siento en una de butacas y dejo la cazadora sobre mi regazo.
-Hace frío...-Froto mis manos nervioso.
Arrastro la otra butaca, una silla con la tapicería rota, y abro un armario que tengo al alcance. Saco dos vasos pequeños y una botella
-¿Un trago, fiú?
No me apetece mucho beber pero es de cortesía aceptarlo cuando te invitan.
-Claro.-Sonrío amablemente.
-Te gustará -digo, mientras sirvo de la botella revestida en mimbre- Es Pálinka, de mi tierra, Hungría. Un aguardiente a base de frutas -te doy el vaso y levanto el mío a modo de brindis
"Hungría..." Pienso mientras cojo el vaso.
-Gracias...
Me humedezco los labios y alzo el vaso antes de bebérmelo de un trago. Cierro los ojos apretándolos con fuerza mientras trago. El licor es fortísimo y tras tragar toso pues me arde la garganta.
-Oh, olvidé decir que tenía 86º de destilación... -suelto una sonrisa, tras beber-. Egészség(2) -murmuro, en mi lengua materna, y le doy una calada a mi pipa- Así que quiere usted hablar conmigo sobre las adivinas... ¿no es así? -El humo dulzón del tabaco, sube como una nube por encima de nosotros
Trago saliva y dejo el vaso aún en mi mano. La garganta aún me arde.
-Así es ... Me gustaría saber todo lo que pueda contarme acerca de las hermanas Valdemar... -Me aclaro la garganta.-
-Conque se llamaban así, ¿eh? Rohadt kígyó(3)... -murmuro, con una risa socarrona-. En Imaginaerum todos las conocíamos con sus nombres circenses... -aparto la pipa de mis labios- Demeter y Perséfone.
-Demeter y Perséfone...-Repito murmurando.- Yo las conozco por Liana y Kore... -Le miro atento deseando que prosiga.
Suspiro largamente y me acab mi aguardiente afrutado. Me acomodo en la silla
-Cuando el Imaginaerum pasó por aquí en el año 2001, yo tenía diecinueve años. Hacía apenas dos años que había acabado mis estudios mágicos en la escuela Húngara para varones de Villámhárító. Y cuando vi el circo... -mis ojos se clavan en el suelo, recordando los colores azules de la gran carpa, en el valle de Lark's Hollow- Sentí que ese lugar, era mi casa...
Me fijo en su mirada la cual se clava en el suelo. El hombre de aspecto rudo y severo parece ahora un hombre frágil en el cuyo cuerpo habita el alma de un muchacho aventurero. Trago saliva y me mantengo en silencio para escucharle
-Mi padre quería que me hiciera cargo de este negocio. No había sacado buenos EXTASIS y no podía aspirar a cumplir ningún sueño pendiente. Mi vida parecía resumirse a este negocio. Mira a tu alrededori, fiú... Marionetas. Seres que fingen que están vivos, porque otros hacen que lo parezcan -muevo los dedos, como si estuviera manejando los hilos de una marioneta- Magia. No era el futuro que yo quería. Estar encerrado aquí, entre cuatro paredes, construyendo marionetas de madera, sin ver que había más allá de esta pequeña aldea... Y entonces lo decidí. Me uniría a Imaginarium, como constructor de marionetas y maestro titiritero. Y allí empezó mi aventura... -sonrío con nostalgia-. Cuando yo llegué, Demeter y Perséfone ya estaban en Imaginaerum. Se habían subido a nuestro tren en el año 1994, cuando Demeter cumplió la mayoría de edad y tras tutelar a su hermana menor, Perséfone. Según supe, su madre había muerto cuando eran pequeñas, y su padre también las dejó siendo aún jóvenes... Quedaron a cargo de un tutor, pero no parecían felices. Fueron en busca del circo, porque su madre, Elisabeta había sido la pitonisa del Imaginaerum desde el año 1963 hasta el 1965.
Trago saliva mientras asiento. Cada vez siento que me ato más a esa historia para la que ha sido escrita la mía. Cada vez que alguien me cuenta algo de las hermanas Valdemar o del circo Imaginaerum me siento más atado a la historia. Tal vez por eso sigo en silencio deseando escucharle.
-Elisabeta era una chica rumana. Creo que no hablaba ni la lengua inglesa cuando se casó con el padre de ambas. Pero eran dos mujeres extrañas. Jamás hablaban con nadie, ni con nada. Solo un poco más con Astrid, la niña del trapecio, tal vez porque era una niña... -doy una calada-. Demeter y Perséfone tenían un número precioso con Ophelia, y con tres caballos blancos y uno negro... -miro a ninguna parte, con nostalgia-. Se llamaban Janto, Strategos y Lazlos, y el negro, Bucéfalo. Cada vez que esos tres animales salían a escena, con esas tres hermosas mujeres... la gente se volvía loca de emoción. Todos las amaban... -sonrío- Sobre todo a Demeter, la mayor de las dos hermanas -suspiro- Ah... qué belleza... nunca he visto una mujer como ella.
Sonrío ante las hermosas palabras del tiriritero.
-Sin duda alguna las hermanas Valdemar eran dos mujeres perfectas sobretodo Lyanna...-Recuerdo a la mujer a la que Von Dekem señaló como Lyanna.
-No sé cual era Lyanna... -murmuro-. Pero si era Demeter... Lo era. Pero no eran buena gente...
Frunzo el ceño y trago saliva.
-¿No? -Pregunto deseando que me diga el porqué de esas palabras.
Niego con la cabeza
-Los payasos, Edgar y Allan, decían que Luah, la antigua cartomante, murió en extrañas circunstancias después de que Perséfone pidiera ser la adivina del Imaginaerum. El maestro de Ceremonias no se lo permitió, dejándole solo un lugar en el numero de los caballos, pero... como ella murió. Poco después pasó algo parecido con Ophelia. El vagón en el que se cambiaba de ropa se prendió fuego y también murió... Astrid decía que la culpa de todo había sido de Dante...
-Dante... ¿Qué sabe usted de él?-Pregunto al recordar que Von Dekem apenas sabía de el hombre al que catalogó como "misterioso"
-No mucho. Era un hombre extraño. Visitaba el circo, allá donde este fuera, pero no formaba parte de la compañía. A veces se ausentaba largas temporadas... Las dos parecían estar muy relacionadas con él. Muchos decían que eran amantes. Incluso Eliezer, el malabarista, aseguraba haberle visto besándose con las dos, pero no se fie, fiú... La gente habla mucho, y a Eliezer le gustaba mucho hablar -sonrío-. Lo que si sé es que Demeter estuvo un tiempo lejos del circo... Se marchó un día, llorando, y tardó varios días en regresar. Fue el propio Dante quien la trajo de vuelta. Recuerdo que eso fue en el en el año 2005... durante nuestra estancia Ivybridge.
-Ivybridge...-Murmuro.-Es un pueblo cercano a Godric's Hollow...-
Arrugo el ceño
-¿Godric's Hollow? -asiento-. Sí, me suena... Pero nunca paramos allí. Fuera lo que fuere, Demeter desapareció para siempre meses desespués. Y algunos meses después, su hermana Perséfone, también dejó Imaginaerum.
-Sé de buena tinta que Lyanna Valdemar murió.-Digo sintiendo una profunda lástima al estar seguro de que era la madre de Ever.
-Vaya... ¿Quién se lo ha dicho? -murmuro, intrigado, echándome hacia delante. Mi pipa ya se ha apagado, y la dejo sobre la mesa
-Una escritora que sabía de ellas y de Imaginaerum.-Sonrío.-De la que no sabía nada era de la hermana de Lyanna. Desconoce el paradero de esta.
-No sé cual de las dos es Lyanna... -niego con la cabeza- No sé cual de las dos murió, pero tal vez Astrid lo sepa. Ella era quien mejor conocía a Demeter. Ambas estaban muy unidas. Demeter siempre pareció maternal. Tal vez por eso se hacía llamar así...
Trago saliva.
-Y... ¿Puede decirme donde podría encontrar a Astrid?
"Que me diga que si, que me diga que si" pienso mientras cruzo los dedos.
-A veces me escribe lechuzas y yo se las reenvío, pero no sé donde vive... Dejé Imaginaerum en el año 2008, cuando el circo volvió a pasar por aquí. Decidí que ya había vivido demasiadas aventuras, y que era momento de volver a casa. Además, estaba harto del Ministerio. Por su culpa habíamos perdido a Darina Donka, la Chica del Fuego. Solo hacían presionar con que sus números no podían ser presenciados por muggles -hago una mueca desaprobatoria- Qué estupidez... En los circos la gente hace trucos... ¿Qué sentido tiene camuflar la magia cuando el circo consiste en la magia? Yo tenía un número muy hermoso con una pequeña marioneta, Lylla, un hada de madera que volaba sin hilos. Los niños se quedaban maravillados cuando la veían, y decían que era magia... Magia. Pero sus padres les decían, claro, hijo. Es un circo. ¿No es absurdo entonces que al Ministerio le preocupara? Perdimos a Danika, empezaron a crear una imagen terrible del circo, la gente dejó de venir, nuestros leones se murieron de hambre, tuvimos que vender a los caballos, el domador se fue, no teníamos adivinas... me bajé del tren. Y Astrid lo hizo poco después. Pero no sé donde vive... -me levanto, buscando por las estanterías algo, y al poco vuelvo con algo en las manos- Mira... -sonrío orgulloso- Mi pequeña Lylla... -sonrío y te la muestro
Sonrío observando a la preciosa marioneta.
-Por Merlín, es preciosa.-Observo cada detalle de la figura que parece estar viva.
-A veces la verdadera magia, parece un truco. -Meto las manos en mis bolsillos- La próxima vez que reciba carta de Astrid, preguntaré donde puede encontrarla. Tal vez ella pueda ayudarle... Pero... -arrugo el ceño-. ¿Por qué quiere usted saber de ambas mujeres...? Han pasado ya muchos años desde la edad dorada del Imaginaerum para que usted pueda recordarlo...
Trago saliva.
-Es una larga historia señor...-Dejo la última palabra en el aire al no saber cuál es su nombre
-Aurél. Aurél Arisztid. Pero solo soy un marionetero con espíritu de titiritero ambulante... Nada más. Dicen que uno dice más de sí mismo por lo que es, que por como se llama... -dejo la marioneta en su sitio- Pues le deseo suerte, pero... Demeter y Perséfone eran mujeres extrañas... Y si dice que una de las dos ha muerto, espero que sea Perséfone.
Me pongo de pie.
-Bueno, muchas gracias por toda la información que me ha facilitado señor.-No me atrevo a repetir el apellido por saber que no sabré pronunciarlo. Te tiendo la mano.-Ha sido un placer conocerle esta noche.-Sonrío.
-El placer es mío... -sonrío, mientras le acompaño a la puerta. Abro la puerta, a la invernal noche- Tendrá noticias mías... en cuanto sepa algo de Astrid... fiú -le extiendo la mano para estrechársela- Jóéjt(4)
-Espero que sea pronto-Sonrío nuevamente y suelto su mano tras estrechársela-Y gracias de nuevo.-Digo para comenzar a alejarme.
Apoyado en el umbral de la puerta, observo como el chico se aleja en el camino nevado que lleva hasta mi casa. Casi puedo verme a mí mismo, cuando hice ese mismo camino, para subirme a un tren que fue mi casa durante siete años
Me alejo de allí con una extraña sensación en el pecho pero deseando que recibir muy pronto noticias de Astrid
(1) Fiú / Muchacho
(2) Egészség / Salúd
(3) Rohadt kígyó / Malditas víboras
(4) Jóéjt / Buenas noches
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