Tu Caja de Pandora.
Posted in Ever Dawson, Roles, Scorpius Malfoy
Ha quedado algo de tarta de zarzamora después de la cena, a pesar de que mi padre estuvo cenando con nosotros. Pero al parecer no tenían mucho apetito, y ha quedado bastante más de media. La tapo con papel de plata y la guardo en el frigorífico pensando en llevársela a Dabney y a Potter mañana... Aunque me da rabia ser yo otra vez la que vaya. Levanto la vista tras apoyar mis manos en el fregadero. Hay luz en la casa de enfrente. La última vez, fui yo la que dio el paso, pero Dabney no ha querido venir a verme desde entonces. Tal vez realmente no le interese nada lo que pase conmigo. Miro los platos en el fregadero. Cojo uno de estos y abro el grifo. Después vierto sobre el plato un poco de lavavajillas y cogiendo el estropajo, empiezo a fregar este. Intento no pensar demasiado en ciertas cosas. No quiero morderme las uñas pensando en que Dabney sigue siendo la misma orgullosa que no piensa llamar a mi puerta ni para ver como estoy. Pero inevitablemente, lo pienso.
Tras enjabonar el plato, lo aclaro bajo el chorro de agua y lo pongo a escurrir en su lugar correspondiente. Mi padre ha dicho que la tarta estaba deliciosa, y lo hizo con una de sus frases que antes, me hacía reír. "Está que te mueres, Ever" Sonrío con ironía mientras + recuerdo esa frase, pensando en la cara que he tenido que poner al escucharle a mi padre decir eso, y al ver en Scor la expresión que debía ser reflejo de la mía. "Pues sí... Si que me muero", y pienso en lo poco graciosas que resultan algunas de esas frases hechas que debía ser reflejo de la mía. "Pues sí... Si que me muero", y pienso en lo poco graciosas que resultan algunas de esas frases hechas que como he podido, sonreí a aquella broma como si de verdad me hubiera hecho gracia... Aunque ese era el tipo de broma que siempre me había hecho reír.
Estar que te mueres o me muero de risa... ¿A quién se le ocurrió mezclar muerte con humor? ¿A quién le pareció que la risa era una causa de muerte legal?
Termino de fregar y tras secar el fregadero, salgo de la cocina. Compruebo que he dejado todo en su lugar, todo recogido, y que Pecas, Bael y Chispas tienen agua y comida para toda la noche. Subo la escalera y veo que hay luz en la habitación de Cass, que Scor debe estar aún acostando a la pequeña. Me meto en el cuarto de baño mientras tanto.
Cepillo mi pelo bocabajo tras haberme aseado, y una vez lo he hecho,echo hacia atrás mi cabeza, irguiéndome. dejo el cepillo en su lugar.Me coloco el pelo, desordenado tras haberlo cepillado bocabajo, y salgo del baño, apagando la luz y cerrando la puerta tras de mí. Me acerco a la cama y me tumbo sobre esta, llevando un camisón corto de color negro y finos tirantes, sin destaparla del todo.
Scor: Tras besar la frente de mi pequeña ya dormida, apoyo la espalda en la puerta de su dormitorio, la cual he cerrado al entrar. Saco las notas que siempre llevo en mi bolsillo, y las releo una vez más.Es entonces cuando leo la primera nota: "Si la cerradura quieres encontrar, primero tendrás que averiguar, como ésta poder revelar". Chasco los dedos sonriendo, al recordar la caja de aceite perfumado en crema, que encontré hace unos días junto a las cosas del afeitado, en el cuarto de baño.
- ¡Lo tengo! -Exclamo sonriendo, y cubro después mi boca con la mano por si he despertado a Cass.
Tras asomarme a la cuna, y ver que no es así, abandono su dormitorio. Entro en el dormitorio, irrumpiendo sin llamar a la puerta, y sonriente, miro hacia esa llave.
Ever: Apoyo los codos en el colchón incorporándome un poco hacia delante al escuchar el sonido abrupto de la puerta al abrirse. sonrío cuando veo que miras hacia la llave que sobrevuela la habitación.
Scor: Te miro sonriendo, y guardo las notas en el bolsillo de mi pantalón.
- Creo que sé donde encontrar esa dichosas cerradura... -Digo y camino hasta el lugar donde dejé el aceite en crema. Cojo la caja entre mis manos.-
Ever: Sonrío cuando me dices esas palabras, y con una pizca de emoción en mis ojos, haciendo que estos lleguen a chispear, me siento en la cama, cruzando mis piernas en postura de yoga. Veo que coges la caja de aceite perfumado
- Vaya... ¿De verdad?
Scor: Asiento y humedezco mis labios, mientras que sentándome a tu lado, abro la caja sonriendo.
- De verdad. -Te miro.
Ever: -Y... ¿Dónde está...? -te pregunto sonriendo, y miro la pequeña cajita que huele a chocolate, al mismo tiempo que paso mi mano por mi nuca, para apartarme el pelo y echar este sobre mi espalda
Scor: -Creo que muy cerca de mí... -Sonrío emocionado, mientras deslizo las yemas de mis dedos por el perfumado aceite.
Ever: Sonrío, mientras miro tus dedos deslizándose por la superficie de ese aceite esencial en crema. Me deslizo por el colchón hacia atrás, hasta apoyarme en el cabecero acolchado, estirando una de mis piernas, y dejando una de ellas flexionada
Scor: -Creo que está aquí. -Digo sonriendo, y posando mis dedos suavemente en tu escote, buscando tu corazón.-
Ever: El roce de tus dedos en mi pecho, en el centro de este, donde late mi corazón, hace que me estremezca, pero de una sensación pura, de absoluta felicidad. Espero a que apliques ese aceite, y cruzo los dedos, mientras lo observo.
Scor: Sonrío al escuchar tu silencio, y deslizo las yemas de mis dedos por tu pecho, impregnándolas después de aceite nuevamente. Trago saliva, mientras acaricio tu suave piel, llenándola de ese aceite tan perfecto, que más perfecto es aún en tu piel.-
Ever: Y poco a poco, en mi piel, empieza a marcarse una forma. La forma de una cerradura
Scor: Veo esa cerradura de brillante contorno, que se abre paso en tu piel. Casi escucho el sonido de ésta al aparecerse, y mis ojos, se llenan de lágrimas.
- He encontrado la cerradura...
Ever: Me humedezco los labios saboreando mi sonrisa y levanto mis ojos para llevarlos hasta los tuyos, en los que me encuentro a mi misma al ver tus lágrimas en ellos
- Si... La has encontrado.
Scor: Trago saliva, y sonriendo, acaricio esa cerradura en tu piel, mientras te miro, en silencio.
Ever: -Ahora tendrás que ir a por la llave... -digo, con una sonrisa-.
Scor: Asiento sonriendo, y me pongo de pie, tras dejar la caja de aceite sobre la cama a un lado. Coloco Camino hasta el lugar donde se encuentra la llave revoloteando, y la atrapo porque ahora si me deja atraparla. Sonriendo, vuelvo a la cama, donde me siento a tu lado. Acerco el principio de la llave hasta la cerradura en tu pecho, posándola muy suavemente en él.
Ever: Siento el frío acero de esa llave mágica rozando mi piel, y nerviosa, espero a que se realice esa bonita magia, en la que confío plenamente pues fue Arya quien la hizo. Poco a poco, esta, empieza a surtir un delicado efecto.
Scor: Me estremezco al ver como gracias a esa llave, unas hermosas palabras se aparecen en tu hermosa piel:
-Déjame ser el lugar en el que escondas todos tus secretos, todos tus miedos, todas tus derrotas y todos tus triunfos. -Digo en voz alta, mientras lo leo:- Déjame ser para siempre, el baúl en el que escondas tu corazón. Yo cuidaré de él para siempre. Te quiero. -Se me quiebra la voz, cuando una lágrima acaricia mis labios, al decir.- Siempre es poco para todo el tiempo que quiero pasar contigo. -Porque sí, es cierto, ha sido demasiado poco.
Ever: Un nudo cierra mi garganta cuando veo esa lágrima rozando tus suaves labios, antes de que yo pueda impedirla que los dañe. Cuando la capturo entre mis dedos, ya apenas es una senda que ha resbalado por tu mentón
- Hey... No llores... -susurro-.
Scor: Me muerdo la lengua, deseando haber llorado por la emoción de esa frase y no por dolor, pues de ser así las lágrimas en mi colgante, el que te regalé, se habrían deshecho y yo no quiero eso. Sonrío tenuemente.
- Es un regalo precioso, Ever...
Ever: Tus palabras me hacen sonreír a pesar del daño que me han hecho tus lágrimas
- Es una tontería... Pero quería decírtelo...
Scor: -No, no es una tontería. -Humedezco mis labios.- Es uno de los regalos más maravillosos que me han hecho nunca... -Acaricio tu mejilla sonriendo tenuemente.
Ever: - Fue cosa de Arya... Ya sabes lo buena bruja que es. Yo no habría podido hacer una magia tan bonita... -inclino la cabeza tu mano, hasta presionarla con mi hombro.
Scor: Sonrío cuando atrapas mi mano entre tu hombro y tu rostro.- Arya es una gran bruja, sí, pero tú posees una gran magia...
Ever: -La de amarte... -afirmo, mientras beso la palma de tu mano, buscando esta con mis labios, y cerrando los ojos, sintiendo el olor de tus manos, a bebé, a tu loción de afeitado, a la ropa que llevas puesta, al chocolate del aceite...
Scor: -La de que me ames...-Digo sonriendo, y al ver tus ojos cerrados, siento de nuevo un escalofrío.- Y no me pidas ser todo lo que me pides ser porque ya lo eres... Eres mi Caja de Pandora. -Digo sonriendo
Ever: Sonrío y me vuelvo hacia ti, pero manteniendo mi mejilla contra la palma de tu mano, sobre mi hombro
- ¿Tu caja de Pandora? -pregunto sonriendo de forma inocente-. Sé que esa caja era una especie de manzana de Eva... Pero... no recuerdo que había.
Scor: Sonrío.
-Estaba llena de males, y había un único bien, la esperanza... -Trago saliva.- Pero para mí, tú eres mi caja de Pandora, y no albergas ningún mal en tu corazón.- "Solo uno: que eres mortal", pienso, sintiendo un escalofrío.-
Ever: Trago con fuerza cuando me dices esas palabras. Tomo aire antes de susurrar
-¿Ni siquiera cuándo te grito sin razón por tonterías...? ¿Ni siquiera cuándo me enfado contigo porque te dejas levantada la tapa del retrete...? -bromeo, mientras siento las lágrimas en mi garganta-.
Scor: -Ni siquiera entonces... -Digo riendo, llenándome de tu felicidad, esa felicidad que no es más que una máscara que le pones a tu vida.- Eres maravillosa.
Ever: Cojo tu mano, la que tengo entre mi hombro y mi rostro, y la cojo entre las mías. Con mis dedos, la acaricio mientras la toco, mientras muevo tus dedos, apreciando su textura, forma, suavidad... Intento evitar mirarte unos segundos más, para que no veas el dolor en mis ojos
-No es cierto...
Scor: -Sí, si que es cierto. -Digo sonriendo mientras miro cómo jugueteas con mis dedos.- ¿Te gustan mis manos? -Pregunto aunque ya me lo has dicho mil veces.
Ever: -Son las manos que me han hecho mujer, las que me han convertido en madre... -susurro, mientras acaricio con mis pulgares tu dedo índice.
Scor: Trago saliva emocionado ante tales palabras, sin apartar mi vista de tus manos acariciando la mía. Siento un suave cosquilleo en mi dedo índice, cuando tú lo acaricias con tus pulgares.- Las manos que te hicieron madre...
Ever: - Si... -sonrío-. Las que pusieron en mi pecho a mi tesoro más grande... -susurro, emocionada al recordar a Cass. Acerco tu mano a mi rostro y dejo un beso en la yema de tu dedo pulgar, después en el índice... Y así, en uno a uno, todos tus dedos
Scor: Sonrío emocionado ante tus hermosas palabras.
- Todo ello porque tú me diste ese tesoro primero...
Ever: -Yo te lo di porque tú lo pusiste en mi vientre... -murmuro, dejando tu mano extendida entre mis pechos, para que sientas mi corazón latiendo mientras te llama a gritos con desesperación
Scor: Siento los frenéticos latidos de tu corazón, mi amado corazón, ese que se convertirá en mi ataúd cuando me dejes sin ti.
- La puse en tu vientre, porque tu vientre quiso cobijar mi apellido... Y dio cobijo a mi apellido hasta convertirlo en carne.
Ever: Me estremezco por esas palabras, y cierro los ojos un instante, mientras siento como el vello de toda mi piel se eriza. No hay nada que me haga sentir más orgullosa que haber llevado en mi vientre tu apellido
- Malfoy... -sonrío, orgullosa, pronunciándolo con cuidado y mimo, letra a letra, paladeando el sabor de cada una de estas.
Scor: Siento un dulce escalofrío cuando escucho lo desmesuradamente hermoso que pronuncias mi apellido.
- Cobijando mi apellido en tu vientre, me diste de nuevo el nombre que me dieron mis padres... -Digo sonriendo emocionado.
Ever: Con mis manos posadas sobre la tuya, en mi pecho, abro los ojos lentamente para mirarte. Siento tanta emoción que no sé por cuánto tiempo podré contenerlas
- Scor... -murmuro, tratando de encontrar palabras con las que poder igualar las tuyas, pero siempre que lo intento, me olvido del abecedario, de mi lenguaje, y de mi voz.
Scor: -Dime...-Digo mientras trago saliva sonriéndote.- Cualquier cosa que me digas, servirá para que vuelvas a enamorarme, un día más.
Ever: Siento que me falta el aire.Presiono tu mano contra mi pecho, bajo las mías, siento como tu piel suda contra mi piel, y como el sudor de mi piel se funde con el tuyo hasta que es imposible discernir cuál es mío y cuál tuyo. Trago con fuerza, sintiendo que si pudiera hacerlo, atravesaría mi pecho hasta que llegaras a mi corazón, para que supieras lo cálido que se ha hecho gracias a tu amor
- ¿Quieres que te lo diga...? -te pregunto-
Scor: Asiento sonriendo, mientras me pierdo en el infinito océano de tus hermosos ojos, esos en los que llevo perdido y me perderé toda la vida.
Ever: Trago saliva. Me gustaría decírtelo, decirte lo que realmente quiero, ahora de verdad, de todo corazón. Pero es algo que quiero que me pidas tú
-Quiero hacerte feliz... -te susurro, con una sonrisa-. Porque te prometo que voy a hacerlo...
Scor: -Ya lo haces. -Digo sonriendo.- No hace falta que me lo prometas... -Digo e inclino mi rostro sobre el tuyo, para cerrando los ojos, poso mis labios en los tuyos, entreabriéndolos muy suavemente después.
Ever: Aparto mis manos posadas sobre la tuya para depositarlas con suavidad sobre tus mejillas, mientras entreabro mis labios al sentir los tuyos. La calidez de tu aliento invade mi boca y con un escalofrío, me entrego a tu beso
Scor: Mi beso se pierde entre los parámetros de tu beso, y yo bebo de tus labios, saciando esa sed que ningún amante podría saciar ni en mil años. Me pierdo en cada recoveco de tu boca, mientras te beso con ternura, y devoción al mismo tiempo.
Ever: Deslizo mis manos por tu cuello con suavidad, y las abandono sobre la ardiente piel de tu cuello. Con mi dedo pulgar, rozo tu latente yugular, y presiono esta con suavidad, para percibir tu latido
Scor: Dejo escapar el oxígeno que capturaba en mis labios, cuando siento la ligera presión de la yema de tu dedo, en mi yugular, y recuperándolo, vuelvo a perderme en tus tersos labios.
Ever: Rozo con la punta de mi lengua tu labio inferior antes de volver a adentrarme en tu boca, recorriendo tu lengua hasta que ya no puedo seguir haciéndolo, y entonces la rodeo con la mía, abriendo más los labios para darte más espacio
Scor: Giro el rostro para poder perderme en el laberinto de tu beso, ese beso en el que me pierdo y me encuentro, ese beso en el que muero y resucito. Acaricio tu brazo izquierdo con el canto de mi mano derecha, aunque con torpeza, pues soy zurdo.
Ever: Siento ese estremecedor roce en mi piel y abro los labios buscando oxígeno entre los tuyos. Con apenas un hilo de voz, y sin abrir los ojos, murmuro
- Soy tu Caja de Pandora...
Scor: Abro los ojos, para ver los tuyos cerrados, mientras respiro en las letras de esas palabras que pronuncias, recobrando así mi respiración.
- Eres mi Caja de Pandora, mi Eva, mi Alfa, y mi Omega. -Murmuro acariciando tu mejilla con las yemas de mis dedos.
Ever: Muerdo suavemente tu labio inferior mientras mis dedos se unen en tu nuca
- ¿Me dirías todo eso...? -hago una pausa para que captes el mensaje, y sonrío antes de cerrar los ojos de nuevo- ¿... durante toda mi vida?
Scor: -Por supuesto que sí... -Digo entendiendo tus palabras, y sonriendo por ellas. Cierro los ojos de nuevo, mientras trago saliva, cuando mis labios tropiezan de nuevo con los tuyos.
Ever: Leo un brillo de felicidad en tus ojos, a pesar de que acabo de decir una frase que me he prohibido decir: "toda mi vida", lo que se resume a apenas diecinueve meses. Me enredo a tus labios mientras me escurro por el colchón bajo tu cuerpo, con la lentitud suficiente para que tú puedas seguirme sin separarte de mis labios.
Scor: Sigo tus movimientos, bajando lentamente contigo mientras te beso, perdiéndome en cada rincón de tu boca, ese lugar en el que llevo perdido mucho tiempo. Recorro con las yemas de mis dedos, tu cintura, hasta llegar a tu muslo, colando después mi mano bajo tu ropa, para acariciarte.
Ever: Tu mano, tan suave y cálida roza mis muslos y yo siento que comparada con la piel de estos, está fría. Se me eriza el vello de la piel al sentir ese roce tan trémulo mientras ladeo mi rostro para profundizar más en tu ardiente boca con mi lengua
Scor: Mi mano se pierde bajo tu ropa, hasta posarse en tu vientre y mientras te beso, pienso en cuántas veces más me dejará el destino cobijar mi apellido en él, y trato de apartar de mi mente, ese escalofrío que me produce ese pensamiento, mientras comienzo a bajar tu ropa interior, sin soltarme de tus labios.
Ever: Siento como la ropa interior roza mi piel cuando empiezas a bajarla suavemente bajo mi camisón negro, y yo levanto suavemente las caderas para que te sea más sencillo hacerlo. Saboreo tu lengua cuando la rozo con la mía, abrazándola vorazmente al deleitarme de su dulce, cálida y húmeda suavidad.
Scor: Me aparto de tus labios, para poder apartar de tu cuerpo, esa ropa interior que tanto te aparta de mí, y tras hacerlo, te miro sonriendo, mientras llevo las manos al botón de mis vaqueros, al mismo tiempo que de pie, me deshago de mis zapatos, con ayuda de mis pies.
Ever: Trago saliva mientras te miro, de pie delante de mí, mientras te desnudas un poco más, sonrío, en absoluta calma y paz, a pesar de mi tormenta de fuego. Me paso la lengua por los labios, los cuales percibo algo doloridos, calientes, inflamados por tu beso. Suspiro, feliz, de tenerte conmigo en ese instante, otro capítulo más en nuestro libro de instantes.
Scor: Me desnudo mientras te sonrío, perdiéndome ese deseo que pones sin voz en tus labios, y una vez me desprendo de todas mis ropas, me tumbo sobre tu cuerpo levemente, y con las rodillas clavadas en el colchón, llevo mis manos hasta tus muslos, para levantar levemente el camisón, mientras presiono la piel bajo éste, y la lleno de besos.
Ever: Dejo ir un gemido de placer entre mis labios, mientras me siento en la cama para que me desnudes con mayor facilidad. Alzo los brazos suavemente
Scor: Cuando el camisón alcanza tu cintura, yo me yergo, y mientras te miro a los ojos, sin borrar la sonrisa de mis labios, tiro de él, para poder apartarlo de tu hermoso cuerpo. Cuando éste cae a la cama, yo llevo mis manos hasta tu cintura, ascendiendo muy suavemente por ésta, y besando tu cuello suavemente, mientras cerrando los ojos, desabrocho el cierre de tu sujetador.
Ever: Echo mi cabeza hacia detrás al sentir tus labios en mi cuello, mientras me liberas de esa presión que condenaba mis pechos a estar separados de tu piel. Cuando siento que me liberas, bajo los brazos para que los tirantes caigan por estos, mientras que siento frío y mis pezones se endurecen.
Scor: Aparto el sujetador de tu cuerpo, y beso tus pechos con devoción, suavidad, pasión y ternura al mismo tiempo, porque se puede ser tierno a la vez que pasional, y pasional a la vez que tierno. Me tumbo sobre ti, entre tus piernas separadas, muy despacio, mientras que mi mano derecha, atrapa tu pecho izquierdo, apretándolo muy suavemente, mientras la izquierda, se aferra a las sábanas.
Ever: Sonrío, mientras muevo mi cuerpo bajo el tuyo, buscando la postura perfecta que se acople a tu cuerpo como si estos fueran uno solo. Poso una de mis manos en tu cadera, y la otra sobre el centro de tu espalda. Mis labios se posan en tu hombro y tu cuello, besándote este mientras espero a recibirte.
Scor: Tu mano en mi cadera, eriza el vello de mi piel, y te sonrío, aunque tú no me ves, porque estás besando mi cuello. Aprieto la sábana dentro de mi mano, y con un movimiento de mis caderas, entro en ti, más seguro que nunca, porque una de tus manos, está en mi cadera. Ahogo un gemido, que congelo, cuando dejo caer el aire de entre mis labios.
Ever: Tu gemido, el leve temblor de placer que sacude tu cuerpo, la tensión en el músculo de tu cuello tenso por la fuerza que ejerces en tu brazo. Siento que todas esas emociones me emocionan tanto como ese placer que me invade lentamente a medida que me llenas de ti lentamente, al mismo tiempo que yo muevo mis caderas, alzándolas, para proporcionarte mayor profundidad.
Scor: Tus caderas se mueven contra las mías, para adentrarme aún más en la profundidad de tu vientre, ese vientre en el que me perdí un día para reencontrarme conmigo mismo, recién nacido años atrás, cuando tomé en mis brazos por primera vez a nuestra hija. El placer me hace caer contra tu cuerpo, cuando alcanzo el límite de esa profundidad a la que me llevas, y muy lentamente, comienzo a moverme dentro de tu cuerpo.
Ever: Siento tu mano sobre mi pecho, tu vientre contra el mío, dejando espacio apenas para que el sudor pueda resbalar entre tu piel y la mía. La cálida sensación de placer cuando llegas al límite de mi cuerpo, hace arder mis entrañas y yo echo hacia atrás mi cabeza para poder ver tu rostro. Veo tu gesto de placer, tu hermoso rostro en el que puedo leer la pasión, la cual te hace más sensual, más bello, más mío... Mi mano acaricia tu cadera, y yo me muevo contigo, muy despacio, muy suavemente, apreciando cada milímetro de tu piel al deslizarse por cada milímetro de la mía, resbalando en medio de nuestra excitación.
Scor: Tu mano acaricia mi cadera, y yo aparto mi mano de tu pecho, para inclinar el rostro y poder dejar suaves besos sobre él, mientras me muevo, al mismo tiempo que mis torpes dedos, movidos por el placer, recorren tu cintura. Muevo las caderas contra las tuyas, con lentitud, recreándome en esa dulce sensación que me invade, cada vez que recorro tu húmedo interior, ese interior en el que me habría gustado perderme hace mucho más tiempo, del que me perdí.
Ever: Besas mi pecho, y yo siento tus labios en esa sensible piel, y tu lengua acariciando trémulamente mi erecto pezón, acaricio tu pelo con la mano que antes estaba en tu espalda, ascendiendo por esta llevándome una senda de sudor, y beso tu frente sudorosa
-Te quiero... -susurro, en medio de toda esa placentera y dulce vorágine de placer
Scor: -Y yo a ti...-Digo con la voz temblorosa. Sonrío contra tus labios.-Eres mi Caja de Pandora...-Digo y poso mis labios sobre los tuyos, mientras que agarro tu cadera, para llevarte contra mí, mientras yo me muevo contra ti con lentitud.
Ever: Ese gesto que haces al cogerme de la cadera moviéndome esta contra ti, me hace enloquecer más. Tenso todo mi cuerpo contra el tuyo, en busca de más placer
Scor: Tu cuerpo se tensa bajo el mío, y yo atrapo tu labio inferior entre los míos, sintiendo como ardo en cada caricia, en cada roce, en cada movimiento. Siento tus erectos pezones rozar mi pecho, bajo mi vaivén, y rozo tu cuello con mis labios entreabiertos.
Ever: Siento que tus movimientos se hacen más frenéticos, más urgentes, como si buscaras ese placer que llevas buscando desde que comenzaste a amarme. Siento tu pecho rozando mia pezones, tus labios azotándome con un huracán de fuego la piel, y contraigo mi interior atrapándote un poco más para darte más placer al presionar de esa manera tu sexo dentro de mí mientras que te mueves con frenesí en mi interior, y mientras yo acaricio tu pelo mojado por el sudor
Scor: Contraes tu interior, y yo loco de placer, siento un huracán que recorre envuelto en fuego, todas mis venas, siento que ardo, tanto como pocas veces he ardido, y aunque tus manos en mi pelo mojado por el sudor, me hacen recordar que aún me necesitas, mi torrent sanguíneo se hace más fuerte dentro de ti, tan fuerte que no puedo contenerme por más tiempo, y gota a gota, comienzo a verterme en ti, gimiendo contra tus labios.
Ever: Siento como todo ese fuego que ardía solo para mí, estalla sobre mi cuerpo y explota dentro de mí. Bebo tus gemidos, de los que me alimento, y siento como un cálido manantial se desborda dentro de mí, inundando mi interior, en el que siento como un corazón late dentro de mi cuerpo. Los gemidos que nacen de tu garganta, me dan placer, y yo siento que estoy a punto de alcanzar lo que ya no podré alcanzar.
Scor: Me maldigo a mí mismo por no haberte dicho, todo lo que prometí decirte, y más aún por haberme ido de tu cuerpo, antes de que tú pudieras irte del mío. Me sigo moviendo lentamente de ti, pero mi fuego se apaga con esos movimientos, haciendo arder más el tuyo, y con los ojos ahora cerrados, beso tus labios mientras dejo correr mi aliento entre éstos.
Ever: Una suave risa se escapa de mis labios mientras que acaricio tu rostro. Te miro a los ojos, fatigada por el placer que todavía necesito apagar. Pero me complace saber que te he complacido tanto que ni siquiera has podido contener tu placer. Con una sonrisa, susurro entre jadeos
- ¿Tan bien he estado...?
Scor: -Maravillosa, has estado maravillosa... -Digo riendo, aunque frustrado, con la voz rota por el placer. Beso tus labios.
Ever: No hay nada más hermoso que rendir de placer al hombre al que te has rendido. Beso tus labios tiernamente mientras me abrazo a ti.
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